Ahora se valoran más los espacios abiertos, las terrazas y los jardines", Jordi Ribó, CEO de ON Viure
La crisis sanitaria ha abierto un nuevo escenario para el mercado inmobiliario. Los retos a los que se enfrenta el sector, junto con las nuevas prioridades de los compradores, son algunos de los temas que hemos tratado con Jordi Ribo, CEO de nuestra inmobiliaria.
¿Cómo crees que la crisis sanitaria que estamos viviendo afectará al sector inmobiliario andorrano y también al internacional?
La crisis sanitaria afectará al sector nacional y al internacional de la misma manera. Habrá dos fases, la primera a corto y medio plazo donde las personas harán un análisis de su situación particular y por lo tanto vamos a entrar en momentos de poca actividad. La segunda, a largo plazo, donde se espera que haya una recuperación del sector, ya que no nos encontramos en una crisis económica. Eso si, se espera que cambien los paradigmas y las necesidades de las familias.
¿Cuáles serán estas nuevas necesidades?
La idea que teníamos del Lifestyle como tal ha cambiado. Las prioridades que se tenían a la hora de decidirse por una vivienda, son otras. Ahora se valoran más los espacios abiertos, las terrazas, los jardines, etc. De hecho, ya se aprecia cierto movimiento de los núcleos urbanos hacia zonas más alejadas y más aisladas.
En cuanto a la estructura de la vivienda, los recibidores que habían dejado de ser importantes, ahora vuelven a ganar protagonismo por motivos de seguridad higiénica. Pasa lo mismo con los baños extra.
Lo que antes era un lujo, como las habitaciones amplias, los espacios aislados y las terrazas y jardines se ha convertido en una necesidad básica?
El lujo como tal es una apreciación muy personal; cada uno tiene una idea diferente de lo que significa lujo. Pero sí es cierto que las necesidades han cambiado. Anteriormente se ponía más en valor otro tipo de necesidades; ahora con la situación de crisis sanitaria la gente ha pasado más horas en casa y le da prioridad al hogar.
Crees que hay algún tipo de propiedad o localización geográfica que se haya podido revalorizar en Andorra con la crisis?
La idea de vivir en el centro, cerca del trabajo o de la zona de servicios, pasa a un segundo plano. Ahora las personas buscarán su hogar en zonas más alejadas del centro, con terraza, balcón, jardín y más privacidad.
Crees que el mercado cambiará sus dinámicas a la hora de trabajar?
Con el distanciamiento social y el confinamiento, las dinámicas ya han cambiado y éstas han llegado para quedarse. Veníamos de una era tecnológica y ahora utilizamos de forma más activa todas las plataformas que ya existían con anterioridad. Las visitas 360º ya existían, pero ahora se potenciarán de una forma más activa y se activará el formato de Open House al estilo americano pero en versión online. Tanto el teletrabajo como las nuevas tecnologías deben entenderse como una oportunidad para el sector.
La estrategia para hacer frente al Covid-19 y en general la seguridad sanitaria, posicionan Andorra como un destino residencial de calidad?
Que Andorra tenga un plan y que se esté haciendo frente a la expansión del Covid-19 es la mejor medicina para posicionar Andorra como destino de calidad. De hecho, hay cierto interés internacional en ver cómo lo estamos haciendo. Este es uno de los puntos que se valorarán a partir de ahora, pero deberá acompañarse de otras medidas atractivas económicamente. Si se consigue favorecer el control sanitario y la economía, creo que Andorra puede salir reforzada. Pero tengamos claro que todos los países utilizarán las mismas estrategias y por lo tanto se deberá actuar con agilidad y celeridad.